Quizás hayas oído hablar de las parejas serodiferentes o serodiscordantes. Aunque el término suena complicado, hay que dividirlo en dos partes para comprenderlo: “sero” se refiere a una parte importante de la sangre, mientras que la definición de “discordia” es desacuerdo.
Durante muchos años se usó la palabra “serodiscordante” para designar a las parejas donde una persona vive con el VIH y la otra no, y este término se utilizó incluso en la literatura médica.
Sin embargo, algunas personas que integran estas relaciones consideran estigmatizante el término debido a la palabra “discordia”, que también puede significar “disputa o conflicto”. Otros términos que se han propuesto en lugar de este son “parejas serodiferentes” o “pareja de estatus mixto”.
¿Cuáles son los riesgos de VIH para parejas serodiferentes?
Como lo explica el sitio web The Body, existen varios pasos que ambas personas dentro de la pareja pueden tomar para prevenir la transmisión del VIH y tener el tipo de vida amorosa que les funcione.
En primer lugar, es importante saber que las personas que reciben tratamiento para el VIH y tienen una carga viral suprimida, o “indetectable”, no pueden transmitir el VIH. Esto está científicamente demostrado.
Siendo así, una de las formas más seguras de evitar la transmisión del VIH es que la persona que vive con el virus tenga una carga viral indetectable. A esto se podría sumar que la relación de pareja sea monógama.
Sin embargo, la carga viral indetectable no siempre se alcanza o se mantiene, ya sea porque la persona está recién iniciando su tratamiento antirretroviral o porque ha habido un fallo en dicho tratamiento. En este caso, no hay por qué renunciar a la intimidad. Pueden probar actividades sexuales que no impliquen penetración, como caricias o masturbación mutua. Además el VIH no se puede transmitir a través de la saliva, lo que significa que una larga y placentera sesión de besos también es una opción segura.
Aparte de los beneficios protectores del tratamiento para el VIH, el uso de condones y el sexo seguro pueden reducir significativamente las posibilidades de transmisión del VIH, así como las posibilidades de adquirir o transmitir otras infecciones de transmisión sexual.
El papel de quien no vive con el VIH
Ambas personas en las parejas serodiferentes juegan papeles clave en la prevención de la transmisión del VIH.
Por ejemplo, quienes no viven con el VIH pueden optar por tomar la profilaxis preexposición (PrEP), es decir, el tratamiento de VIH que previene la infección. De nuevo: una persona sin VIH no necesita tomar PrEP para mantenerse VIH negativo si su pareja tiene una carga viral indetectable, pero hacerlo ofrece beneficios adicionales, como evitar adquirir el virus en posibles contactos externos a la pareja.
Hay que decir que, en ningún caso, la persona que vive con VIH es “responsable” por la salud de su pareja. Cada quien puede y debe cuidar de sí, aprovechando las diversas herramientas disponibles para disfrutar de una vida sexual plena y sin riesgos.
La comunicación es la clave para cualquier relación exitosa, y la comunicación también puede garantizar que las dos personas se mantengan lo más saludables posible. Tomar medicamentos contra el VIH y mantenerse en atención médica son suficientes para prevenir la transmisión del VIH.
Así que ya lo sabes, la diferencia de estatus de VIH no es un impedimento para el amor, el apoyo y la solidaridad que implican las relaciones de pareja. Si tú aún no conoces tu estatus, en AHF El Salvador tenemos pruebas de detección gratuitas para ti. Acude a nuestras oficinas o escríbenos por Whatsapp y haz una cita ya.